No estamos aquí únicamente para formar ingenieros, arquitectos, médicos. Ni siquiera humanistas, filósofos o poetas. Sí, amamos todas las profesiones, y queremos hombres creativos, educados, valientes y ordenados, entre otras virtudes. Excelentes en su profesión.
La educación personalizada tiene por objetivo, encima de todo, que cada alumno sea feliz. En Gaztelueta, desde hace más de 70 años, tenemos una gran ayuda para conseguirlo: la preceptuación.

Preceptores de familias durante toda la etapa escolar

En Gaztelueta la figura geométrica preferida es el triángulo. ¿Sabéis por qué? El sello distintivo de nuestro colegio es que los primeros son siempre los padres. ¿Y sabéis otra cosa? Los siguientes son los profesores. ¿Y los alumnos? Son el fruto de su libertad y de la colaboración con la que padres y profesores descubrimos, pulimos y potenciamos sus talentos.

La preceptuación es resultado del cariño, la profesionalidad y la dedicación de padres y profesores. Así, cada alumno recibe un cuidado único y personalizado desde el aula de cunas. Ahora podéis comprender que la preceptuación es nuestro sello distintivo.

Cada familia de Gaztelueta, tras un acompañamiento continuado en infantil, conoce al preceptor de sus hijos en su paso a primaria y a lo largo de los años, acompañará el crecimiento académico, humano y espiritual de cada uno de ellos. El tiempo y el trato personalizado genera un espacio de confianza que facilita un vínculo de amistad que habitualmente se prolonga en los años de carrera universitaria y vida profesional.

 

¿Qué es la preceptuación y en qué consiste?

Los profesores de Gaztelueta, colegio concertado y trilingüe en Leioa, dedican parte de su jornada a conversar, en un marco de libertad, con cada uno de los alumnos y con los padres. Esta comunicación fluida facilita el crecimiento en todos los aspectos que conforman la personalidad humana. Aseguramos así que el proyecto educativo del colegio llegue individualmente a cada alumno y a su familia.

La tarea de preceptuación es una labor de equipo, resultado del trabajo de los preceptores con el apoyo de los profesores que imparten clase al alumno. El claustro docente, después de cada evaluación, se ocupa de trasladar al preceptor los aspectos académicos, humanos y competenciales que enriquecen con hechos objetivos la atención personalizada.

 Esto permite que la entrevista trimestral del preceptor con los padres abarque no solo solo los aspectos académicos, que en muchas ocasiones son buenos. Es el momento para resaltar aspectos o puntos de crecimiento en el alumno, destacar potencialidades que quizá les han pasado desapercibidas o bien, para adelantarse a situaciones de especial ayuda.

Los padres y profesores -elementos del triángulo- trabajamos juntos promoviendo el crecimiento personal de los alumnos. Un elemento esencial de la preceptuación es la libertad. El preceptor orienta y aconseja, nunca impone, cuenta siempre y en primer lugar con el parecer de los padres -principales educadores- y con los alumnos. El auténtico reto de la preceptuación es lograr que la sugerencia inspire, interpele y se acoja libremente. Ayudarles a descubrir por ellos mismos lo que es bueno, bello y pueda hacerles realmente felices.

 

Por tanto, el clima que envuelve la tarea de la preceptuación siempre es el cariño, la confianza, el respeto, el deseo de bien.

 

El papel del Departamento de Orientación

La formación integral que ofrecemos en Gaztelueta cuenta con la preceptuación como factor clave. El sentido trascendente y la inspiración cristiana que subyace en nuestro ideario encuentra en las conversaciones personales con padres y alumnos el apoyo sólido donde asimilarlo libremente e incorporarlo a la vida.

 

Un papel importante del preceptor es ayudar y salir al paso en las situaciones de alumnos con alguna dificultad de aprendizaje. En ese caso entra en juego el departamento de orientación, el cual, junto al resto de profesoras que dan clase a esos alumnos, se ocupa de supervisar, coordinar y ejecutar aquellas medidas que el alumno pueda necesitar.

 A lo largo del año puede ser oportuno que en alguna de las entrevistas trimestrales entre el preceptor y los padres acuda un miembro del departamento de orientación para dar información o contrastar con los padres sobre las medidas tomadas.

Nuestros docentes, además de formar con excelencia académica y con carácter integral e individual, procuran proporcionar a nuestros alumnos herramientas que les permiten afrontar y fortalecerse ante las dificultades, adquiriendo por sí solos los recursos para superar los obstáculos y convertir las limitaciones en factores positivos.

Conversaciones con los alumnos

Cada alumno encuentra en el preceptor, alguien que les escucha, que ofrece consejo y apoyo en los momentos difíciles. Alguien al que no sólo le importan los resultados académicos sino la totalidad de su vida presente y futura. Con el tiempo, la confianza y la discreción, el alumno es capaz de compartir su proyecto personal de futuro tanto en el aspecto académico como personal. Esas conversaciones, han sido a lo largo de estos más de setenta años, testigos de decisiones trascendentales en la vida de muchos alumnos.

El preceptor es el profesor que vela por el crecimiento personal de todos los hijos de la familia. Se puede acudir a él en cualquier momento. Siempre está. Actúa como canal de comunicación directo con los padres. En cualquier situación o circunstancia su disponibilidad es inmediata. Vela y cuida individualmente de cada uno de los alumnos encomendados.

Entrevistas con los padres

A lo largo del curso se dan como mínimo tres momentos en los cuales el preceptor mantiene una conversación con los padres sobre cada uno de sus hijos. Estas ocasiones materializan la fórmula de éxito en la educación, que para nosotros es la estrecha relación entre el preceptor, el alumno y los padres.

 

Antes de la entrevista con los padres el preceptor prepara la información académica, de comportamiento y de amistades. Ese momento es clave para elaborar una información completa de modo que, a la hora de conversar con la familia, se aporten datos objetivos que puedan ayudar al crecimiento personal del alumno.

Los padres también pueden preparar la entrevista con todo aquello que ven sobre sus hijos en casa. La mirada de unos padres es vital para acertar en las conclusiones u objetivos que se adopten para el bien de su hijo.

Con este intercambio de informaciones sobre rendimiento escolar, actitudes y habilidades, comportamiento, capacidad para asimilar la formación que va recibiendo, etc., se logra esa sintonía tan necesaria entre la escuela y la familia. Así se va consolidando la educación personalizada, adaptándose a las diversas situaciones y etapas que atraviesa el alumno o la familia.

 Especialmente cuando los alumnos crecen y son adolescentes, el preceptor mantiene la discreción sobre determinados temas confiados por los alumnos. Podrá dar ideas a los padres de cómo mejorar el clima de confianza con sus hijos o qué aspectos convendría seguir más de cerca con cariño y paciencia. En algunos momentos hay que dar seguridad para educar, presentando la tarea educativa como un proyecto asequible y encaminado al bien de los hijos y de la familia.

Los padres terminan la entrevista con objetivos para trabajar en casa. En función de los casos y edades valdrá la pena conversar posteriormente con el hijo sobre aquello que sea bueno que conozca y pueda ser un punto de crecimiento en casa.

El equipo de profesoras y preceptores procuramos que el clima de estas conversaciones sea de confianza y esperanza. Nuestro reto es que ningún problema ni situación quede sin resolver y que los alumnos y familias encuentren un horizonte positivo dónde crecer.